Pues eso es lo que se escribe hoy Martes en El Correo Gallego. Según se comenta en la misma, la dimisión tendría por el retraso en los pagos de lo ofrecido a jugadores y técnicos, y por otro lado, por cansancio ante las continuas promesas incumplidas por los dirigentes de reforzar la plantilla (ahora me dirán que Diego Arnejo y Pinaque no son refuerzos...).
Me pregunto yo, ante la primera justificación, pero esta gente no venía con dinero, y con un proyecto serio, para ascender? Tan pronto se han cansado, o es que donde dije dinero, dije diego...
En fin, que como siempre, los mayores perjudicados, jugadores y afición. Esperemos que se aclaren las cosas.
4 comentarios:
No se puede estar tranquilos ni cuando llegan los triunfos...
Bueno.. que se vaya William no me parece malo, porque para mi gusto, como entrenador deja bastante que desear... y lo de que no vinieron refuerzos, yo no sé qué más quiere, tanto Pinaque como Arnejo son titulares.
Lo triste es que haber quién se digna a venir a entrenar a este equipo... se lo pueden proponer a Julio Martínez, seguro que se acuerda de lo bien que lo trataron...
Los salvadores... se van!!
Un saludo!
Para mear y no echar gota... nuestro club siempre con sorpresas, y nunca buenas!!!
Cae antes un mentiroso ca un coxo,ainda que haberá que ver que contan hoxe na radio,porque do correo,millor non fiarse moito
Espantada. Outra mais. Inversores? Pero de qué estamos falando? Botamos a un adestrador que sinte ao Compos e que veu cando ninguén quería facerse cargo dun equipo desafiuzado(Julio) e collimos a un mercenario que aterrou entre promesas de fortes inversións, diamantes e fichaxes estrelas.
E agora qué?
Mais do mesmo, xogadores que non cobran, pisos sen pagar, un equipo sen adestrador...algúns dudabamos xa en setembro de se o clube chegaría a Nadal.
De verdade alguén (aparte de Caneda) críu que ía vir alguén a mercar un clube (xa non digamos poñer pasta) que non ten mais que pufos, e moi gordos? Abramos os olliños, que xa non somos nenos, e esta historia xa está moi repetida.
Sínto o ton, estou asqueado.
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