Conseguir un punto en feudo ajeno, como lo ha hecho la esede, se ve ensombrecido por el hecho de que esta temporada aun no ha sido capaz de ganar fuera de casa, y porque el empate nos vale para continuar con la incertidumbre de la clasificación.
Cuentan que la esede jugó bien, que perdonó el cero a dos, y que, al final, sufrió incluso para conservar el empate.
Son las señas de identidad de este equipo, sufrir por un resultado soso.
Confienos en hacer bueno ese punto, el próximo domingo, frente al Burgos. Ya nos toca.
Por cierto, después de mucho tiempo y muchas ocasiones falladas, Guillem anotó su primer gol con la esede. Esperemos que sea el primero de muchos.
lunes, 29 de febrero de 2016
La maldición sigue fuera de casa.
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